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Sobre mí
Ana
Con 30 y alguna primaveras, freelance de la tecnología, blogger, marketera y aficionada a la fotografía. Soy un partidazo, vaya ;)
Me llamo Ana y ya en 2021 tocaba renovar este «sobre mí».
Además te cuento cómo surgió esta locura de blog.
Vivo en Pamplona, España -aunque soy de Logroño- porque el amor es así.
Soy una persona muy organizada, madrugadora, trabajadora, con sentido del humor, colaborativa, un poco -muy- despistada y adicta al chocolate. Puedes ver cosas curiosas sobre mí aquí, que sé que te va el morbo xD
Estudié Filología Clásica en Vitoria, y más tarde un máster en Marketing. Trabajaba en banca y decidí dejarlo para centrarme más en la consultoría tecnológica y de márketing hace ya unos años como freelance. Y no me puedo quejar.
Como ves, hacer cosas locas -incluso temerarias- me va. Pero siempre con los pies en el suelo, y un plan A.
Y un plan B, por si acaso…
BLOGGERA PORQUE EL MUNDO ME HIZO ASÍ
En 2006 empecé a hablar sobre historia en un blog que aún conservo. Los blogs me parecieron, desde que los descubrí, una revolución por la cual cualquier persona podía expresarse sin censuras sobre cualquier tema, y yo podía leerlo estuviera en el sitio que estuviera. Y escribir siempre se me ha dado bien. Así que aquello que comenzó siendo un hobby, hoy cada día está más presente en mi rutina. Ayudo además a otros bloggers a definir y alcanzar sus objetivos (tienes una shop en este blog). También hago lo mismo para Startups y empresas.
Si me preguntas si debes abrir tu blog, mi respuesta es siempre SÍ, pero diferenciándote en algo de los demás. El secreto está en los datalles 😉
Los inicios de este blog
Comencé un Google+ por 2014 donde iba guardando la moda que veía y me gustaba. Lo usaba tipo Pinterest, cuando todavía Pinterest no me interesaba nada. Cada día ese perfil iba creciendo, la colección «looks completos» tenía más de 13.000 seguidores, así que en 2016 me pareció oportuno ampliar las miras.
Decidí abrir un blog donde diera un punto de vista un poco diferente, ahí me arriesgué (de nuevo temerariamente). Google+ era seguido por tener looks chulos de gente chula. La tendencia en blogs de moda, parecida pero de forma personal: chicas y chicos hablan de lo que se ponen y las nuevas tendencias y los sitios preciosos a los que van. ¿Qué necesidad hay de cambiar lo que funciona?.
Pues porque había un hueco en este tipo de tema que mezclara el «glamour» con las necesidades y problemas que tiene la gente que usa esa moda. Estoy hablando de feminismo, de inseguridades, de ecología, de pasta, de que nos falta tiempo en el día… De que esa imagen de perfección no va conmigo, ni con otras muchas mujeres. La moda tiene una parte que, más que glamourosa, es de puro entretenimiento, porque a tod@s nos gusta ver ropa bonita y a poder ser llevarla y que nos quede bien.
En la práctica, ni mi vida ni mi blog se centran en eso. Y la tuya tampoco, seguro, por mucho que te guste la moda.
La tendencia
He tenido la gran suerte de que muchas mujeres han respaldado esta visión siguiendo el blog y las redes sociales, contactando, sugiriéndome temas… Sin ser un blog «masivo», me encuentro arropada por un nicho amplio y agradecido.
Parece que no se puede pedir más. Pues pídele más a la vida 😉
Porque también he tenido la suerte de que grandes empresas como Telefónica, EOI, etc vieran el potencial del blog y me dieran el premio #diadeinternet 2018, con la ayuda desinteresada de estas lectoras fieles que me votaron cuando salió mi candidatura como finalista. También debo agradecer el premio Blog del día. Y por supuesto el último premio, el codiciado 20Blogs que me dieron en 2020.
Y parece que no se puede pedir más. Pues pídele todavía más a la vida xD
Hacía tiempo que algunos contactos me pedían clases de blogging, y lo organicé para atender vía Skype. Ni siquiera he hecho una promoción y me sigue llegando gente. Hablamos de marketing para blogs, SEO, objetivos y cómo cumplirlos, organización del tiempo y los contenidos, afiliados… Mil problemas que mal llevados, desembocan en el fracaso de un blog y la frustración de quien lo escribe. A estas alturas ya sé a quién puedo ayudar y a quién no.
Si quieres saber más, la primera toma de contacto es gratuita:
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(Recuerda que el primer contacto es gratuito vía email a anyearlybird@gmail.com o aquí con tu nombre, teléfono y problema).
Y dicho esto, abramos otro melón controvertido:
La monetización
La mayoría de los bloggers evitan a toda costa hablar de este tema. Tienden a pensar, no sin cierta razón, que sus lectores se sentirán utilizados si se enteran que cobran por los anuncios, los post o los enlaces que tiene su blogger favorito en el blog.
Déjame que te haga una pregunta. Si fueras una persona que quiere empezar o mejorar su blog… ¿gastarías un solo euro/minuto en aprender de alguien que no tiene premios por ello o que no gana dinero con ello? ¿Cómo te va a enseñar algo que no ha hecho (bien) antes?. Extensible a cualquier nicho que quieras. Si a un blogger una marca le paga por algo, es porque seguramente hace bien su trabajo. Respeto quien tiene su blog y no quiere cobrar por nada. Yo tengo muchísmos blogs y sólo monetizo un par.
Yo como consumidora de cientos de blogs, acepto con naturalidad la publi y otras cosas, porque bloggear por afición está bien. Pero a medida que pasa el tiempo los blogs se hacen grandes y hay que irlos mejorando y ampliando para que no sean lentos y obsoletos. Como las casas. Y eso sí cuesta dinero y tiempo. Un blog nuevito es gratis. Uno con pedigree necesita mantenimiento. Y creo que los lectores lo entendemos, siempre y cuando no tengamos que sacar la cartera. Pinchar en un enlace o ver un anuncio en un banner o un tweet no nos cuesta nada. Aquí tienes un ejemplo:
Así que no, no vivo del blog, pero me ayuda a pagar todos los que tengo. Además, se paga él solo sus cosas. Como he dicho en alguna entrevista, tiene vida propia xD
No debería temerse tanto la publi a nivel de bloggers o influencers. Es mi opinión personal. Con todas estas nuevas leyes de protección, debería austarnos el futuro que nos espera en Internet, porque los que están en las alturas imaginan uno donde casi todo se censure y compartir sea complicado, además de tomarnos a todos por tontos. Y eso es grave.
Hace unos meses criticaron a varias famosas que salían en una foto de su IG con un paquete de una marca conocida de galletas. Huele a la legua que les pagaron por poner una foto así. Los opinadores profesionales de televisión, que andaban sin temas en verano, se quejaron porque la gente las puede imitar y comprar esas galletas que nutricionalmente son (supuestamente) veneno puro. Pero mira, si yo quiero comer veneno, pues voy y me lo como. Es asunto mío. Es asunto de cada uno.
El agujero negro está en otros servicios gratuitos y normalmente masivos que sí hacen un uso dudoso de nuestros datos, de la misma manera que es poco transparente qué datos tienen realmente, cómo los consiguen y con qué permisos tácitos. A los bloggers, influencers, youtubers etc al fin y al cabo nos pagan por compartir cosas que pueden ser interesantes para nuestra audiencia. Nada que ver con la privacidad, y mucho menos con ganar dinero «traficando» con datos.
Pues ya te he contado un poco de mí, de mi vida, de cómo empezó esta locura de blog y de algunas de mis opiniones sobre Internet y hacia dónde camina.
Si tienes más preguntas, en el menú de arriba tienes un formulario de contacto para que preguntes lo que desees. También me tienes en Redes Sociales, así que espero que contactes o comentes en los post y nos conozcamos mutuamente.
¡Disfruta del blog!